Todos tenemos nuestro propio Ángel de la guarda, y el mismo está más cerca de lo que pensamos. Nuestro ángel de la guarda, nos habla, nos aconseja, nos cuida y nos sigue a todas partes.

Como todo, es bueno saber que lo tenemos cerca, pero tampoco hay que obsesionarse, puesto que pese a su poder angelical, no siempre puede hacer frente de todos nuestros problemas. De vez en cuando está bien contactar con él, pero no permanentemente. Es decir, somos nosotros los que principalmente debemos solventar nuestros problemas, nuestro Ángel fiel guía, nos ilumina constantemente para hacerlos frente, pero no hay que caer en que nuestro adorado Ángel Guardián nos solucionará todas las dificultades que se nos presenten, ya que nos puede llevar a verdaderos problemas internos.

( Texto reflexionado del Libro: El Poder de los Ángeles. Autor: Jonathan Sleigthon)

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El Ángel Custodio forma parte de tu Ser, es la intuición, es esa vocecita sabia que te susurra al oído los mas bellos mensajes que el Cielo tiene para vosotros, mensajes de paz, alegría, amor, humor, esperanza y todos aquellos adjetivos altruistas que puedas imaginarte. Este Ángel te recuerda quien eres en realidad, te muestra el camino de regreso a nuestro verdadero hogar que es Dios.

Nuestro amigo invisible nos protege tanto física como espiritualmente, nos consuela en momentos de dolor, nos irradia sus cualidades cuando se lo pedimos, pero su tarea mas importante y mas difícil es inducirnos a la oración, porque es a través de la oración como nos conectamos con nuestros cielos internos y además la oración nos limpia de la oscuridad que cada ser humano posee. La oración al limpiarnos de la oscuridad nos permite recibir toda la abundancia destinada que la mayoría de las veces se ve obstaculizada esa abundancia llamada Luz, es cuando realizamos oraciones la que nos limpia o si rezamos por los demás los limpia y nosotros decimos Dios oyó nuestra oración.

Los Ángeles están siempre muy muy cerca nuestro pero somos nosotros los humanos quienes necesitamos pedirles su ayuda, la elección es siempre nuestra. Para comenzar a sentir su presencia debemos abrir el corazón porque es el Amor lo que los atrae, ellos no entienden nuestra mente lineal sino nuestros sentimientos.
Si deseas tener un Contacto Interior con tu Ángel Guardián seguir los pasos que muchos ya dieron antes que vosotros y podrás sentir el reino de los Cielos dentro tuyo.

Primer Paso: Comienza a entablar un dialogo con tu Ángel, compartiendo tus alegrías y preocupaciones, veras que de poco a poco aparecerán las personas adecuadas para ir resolviendo tus dificultades, presta atención a las señales, porque las coincidencias es la forma que Dios tiene de producir los Milagros.

Segundo Paso: Colócale un nombre, el que desees, masculino, femenino, extraño, esta es la forma de intimar.

Tercer Paso: Ofrécele una flor, los Ángeles aman las fragancias florales.

Cuarto Paso: Enciende un poco de incienso puro en granos.

Quinto Paso: Léele cualquier parte de la Biblia, Torah, Coran, Bhagavad Guita, que tenga que ver con los Ángeles, los hay desde el Génesis hasta el Apocalipsis, o cualquier libro sagrado habla de ellos.

Cinco minutos para orar, toda una vida para cumplir

"CUANDO PERCIBAS A TU ÁNGEL GUARDIÁN, SERÁS LO QUE ERAS PERO MUCHO MAS ACOMPAÑADO"

¨ El dará a sus propios ángeles un mandato acerca de Ti, para que te guarden en todos los caminos. Sobre sus manos te llevaran, para que no des con tu pie contra piedra alguna."

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Funciones principales de un ángel personal:

- Preservar la llama divina que llevamos dentro.

- Proteger el desarrollo de nuestra infancia.

- Cuidar de nuestros pensamientos, aunque casi nunca puede intervenir en nuestros actos.

- Aconsejarnos en sueños, en estado de trance o meditación.- Puede mostrarnos parte de nuestro pasado, de nuestro presente y de nuestro futuro, para guiarnos o para darnos una señal, pero no para que nos aficionemos a la adivinación.

- Puede hacerse visible antes nuestros ojos, pero esto ocurre muy contadas veces. Generalmente se le puede ver en la primera infancia, luego lo olvidamos en el tiempo a medida que los pensamientos racionales se van apoderando de nuestro cerebro.

- Nos empuja hacia el bien y a veces se convierte en nuestra conciencia, pero no puede evitar que hagamos mal las cosas.

- Nos lleva hacia los cuatro puntos cardinales de nuestro destino, pero no marca el camino ni la manera de llegar a los mismos.

- Si se le sabe llamar, acude a nosotros para ayudarnos a salir adelante de alguna situación siempre y cuando no modifique el punto final de nuestro destino.

- No hace milagros para nosotros, pero puede interceder por nuestra causa ante otros santos o ángeles, siempre y cuando, no se modifiquen el punto final de nuestro destino.

- Aleja de nosotros a los Elementales y a los demonios, pero no puede hacer nada si nosotros somos los que hemos invocado a los mismos.

- Está presente en el momento de nuestro nacimiento y de nuestra muerte.

- De alguna manera nuestro ángel personal se separa de nosotros cuando nacemos y se vuelve a fundir en nuestra esencia cuando dejamos el mundo material.

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